Los delitos de tortura y de apremios ilegítimos u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes en Chile.

Abstract

En consideración a la influencia que ha ejercido la normativa internacional especial en la tipificación de estos delitos, creemos ineludible y necesario el estudio de estas fuentes; en efecto, el primer capítulo de este trabajo comienza con un análisis de los instrumentos internacionales que Chile ha suscrito en esta materia, en que se examinan las definiciones de tortura que cada uno de ellos contempla y las diferencias conceptuales que presentan entre sí, para después referirnos brevemente a ciertas obligaciones que imponen a sus Estados. Parte Luego, en la segunda parte del primer capítulo, nos avocamos al tratamiento jurídico de la tortura y los apremios ilegítimos en el ordenamiento jurídico interno; tanto en su arista constitucional, fuertemente vinculada al derecho a la integridad física y psíquica de las personas; como en su arista legislativa, en que se ha puesto especial énfasis a las pretéritas figuras penales que han integrado nuestro Código Penal, respecto de las cuales se ha entendido penado el delito de tortura, no obstante la considerable disconformidad que presentaban con los textos internacionales especiales en la materia. En seguida, comentamos sucintamente la prohibición de la tortura y los apremios ilegítimos que se consagra en ciertas disposiciones de nuestro Código Procesal Penal, relativas a los derechos del imputado, la ilicitud de la prueba y los medios de interrogación e investigación prohibidos. Por último, se hace una breve mención a la regulación típica de la tortura como delito de lesa humanidad, introducido en nuestro ordenamiento interno el año 2009 a través de la Ley 20.357. En el segundo capítulo de este trabajo, nos ocupamos exclusivamente al análisis de las modificaciones introducidas por la Ley 20.968 en nuestro Código Penal, esto es, al estudio separado de los delitos de tortura y de apremios ilegítimos u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, principiando por el delito de tortura, pues los apremios ilegítimos constituyen una figura subsidiaria de este, por lo que su análisis previo resulta indispensable y permite numerosas remisiones que evitan repeticiones innecesarias. El análisis de estos delitos se ha realizado siguiendo una misma estructura; así, ambos comienzan con lo relativo a los bienes jurídicos que tutelan; luego, en base a una distinción entre las figuras comisivas y omisivas que cada uno de ellos contempla, se examinan los elementos que componen su estructura típica, tanto en su faz objetiva como subjetiva; en seguida, se aborda lo relativo a su punibilidad, en cuanto a sus figuras simples, calificadas y agravadas, y para el caso del delito de tortura, lo tocante a su figura privilegiada, que constituye toda una innovación en la materia, aunque no precisamente destacable. Por último, nos referimos resumidamente a las relaciones concursales que puedan presentarse a propósito de estos delitos, tomando sólo en cuenta aquellos tipos penales con los que guarden algún elemento en común, en virtud del cual venga al caso la formulación de un alcance en materia concursal, y a su vez contribuyan en la interpretación de estas nuevas figuras, como es el caso del delito de lesiones, castración, o de los nuevos delitos de maltrato y de trato degradante, introducidos recientemente por la Ley 21.013, entre otros. Como hemos dicho, la doctrina nacional no ha emitido un pronunciamiento respecto de estos nuevos delitos, y por el escaso tiempo transcurrido desde su entrada en vigor, tampoco existe jurisprudencia al efecto que pudiera complementar este trabajo; en consecuencia, el presente estudio ha sido realizado atendiendo sólo a los contenidos del Derecho Penal general, y algunos lineamientos interpretativos que brindan los tratadistas y la jurisprudencia internacional en el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos en esta materia.