Obediencia y desobediencia civil en el marco del pacto social.

Abstract

El hombre se encuentra sometido a sus necesidades. Éstas, tanto espirituales como físicas, sólo pueden ser satisfechas por la vida en comunidad. A la vez, el hombre es individualista y competitivo al tratar de asegurar esta satisfacción, su proyección y subsistencia. Esta situación, que podemos considerar como simultáneamente trágica y absurda, de ser individualista y egoísta pero también social, es la que hace necesario abocarnos a explicar donde radica esta necesidad de vincularnos con otros y en qué medida esta necesidad puede ser un medio para satisfacer otras necesidades. Y cómo esta convivencia se ve regulada, primero desde una perspectiva moral, determinando si es suficiente esta clase de normas para mantener y proyectar las relaciones entre individuos de una sociedad o si por el contrario es necesaria la existencia de otro sistema complementario de normas que asegure la vida en sociedad. El ser humano es pasión y también razón. Esto, no en un sentido dualista, sino que monista, ya que es lo uno y lo otro, pudiendo únicamente fraccionarse para fines académicos o de comprensión, mas su vida, sus decisiones, en fin todas sus acciones dependerán de ambos aspectos. De tal modo que no puede soslayarse en ninguna de estas manifestaciones, para poder entender su vinculación con sus prójimos.