Abstract:
En la Cordillera Patagónica de la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo
entre los 45°20’-45°23’S y 72°09’-72°05’W se exponen rocas ígneas extrusivas, volcanoclásticas
y sedimentarias (carbonáticas y siliciclásticas). El objetivo de este presente trabajo de Memoria de
Título es desarrollar un estudio estratigráfico y petrográfico de las secuencias exhibidas en el área
entre el río Correntoso y el cerro Rosado para contribuir a la geología de la región y dar contexto
al registro fósil. Para ello, se presentan 3 columnas estratigráficas, a partir de las cuales se definen
facies y asociaciones de estas mismas para concluir en una interpretación del ambiente de
sedimentación.
Gran parte de las muestras descritas y clasificadas corresponden rocas volcanoclásticas, y en
menor cantidad rocas lávicas, sedimentarias carbonáticas y siliciclásticas. Texturalmente las rocas
volcanoclásticas se clasifican como tobas de ceniza, tobas de ceniza-lapilli y brechas piroclásticas;
la composición de las tobas es principalmente vítrea, en menor medida lítica a cristalina. Las
litologías ígneas extrusivas corresponden a niveles de andesita porfídica, subordinadamente
afanítica, con abundantes vesículas y amígdalas rellenas de clorita. La mayoría de las secuencias
carbonáticas se clasifican texturalmente como calizas bindstone, debido a la ocurrencia de
bioconstrucciones algares. Finalmente, los estratos sedimentarios siliciclásticos corresponden a
lutitas y areniscas (finas a gruesas).
La definición de 17 facies y su posterior asociación sugiere una sedimentación cercana a un
arco volcánico, con una potente sedimentación de secuencias volcanoclásticas. Las diferentes
litologías extrusivas y volcanoclásticas sugieren un volcanismo subaéreo con depósitos de flujo y
caída piroclástica, variando de facies proximales a distales. Mientras que, rocas sedimentarias
siliciclásticas como areniscas de granulometría fina a conglomerádica indicarían una
sedimentación a partir de flujos laminares en un abanico aluvial volcanoclástico. Finalmente, las
facies carbonáticas evidencian bioconstrucciones algares planares y dómicas (conferido a
estructuras estromatolíticas) lo que podría sugerir un ambiente marino costero, asociado a una
llanura mareal.