Resumen:
Los diversos fenómenos naturales que ha enfrentado nuestro país, y sus eventuales catástrofes, nos
dejan con un enorme desabastecimiento, de nuestro refugio esencial, la vivienda. Lo que nos hace darnos cuenta, lo poco preparados que nos encontramos para afrontar fenómenos naturales de estas medidas.
Dentro de las múltiples respuestas a la carencia habitacional surge, como primera instancia para llenar el vació, la “ vivienda de emergencia”. Vivienda, que tiene como principal finalidad el refugio temporal y transitorio de las familias, mientras se inicia la etapa de reconstrucción de la que será su vivienda definitiva, finalidad cuya experiencia, nos ha demostrado que no se cumple. Actualmente, al no cumplirse lo temporal y transitorio de la vivienda, esta experimenta una progresión, la cual escapa de nuestras manos de arquitectos. Evolución, la cual no es ejercida por las personas más capacitadas, las que, motivadas por el instinto de refugio, intentaran, quizás de modo erróneo, la búsqueda de un espacio mas confortable para el refugio permanente. Refugio que lo más probable será quien afronte una nueva amenaza natural.
Entregamos una solución, y dejamos a la deriva su obvia evolución. Por nuestra ubicación geográfica, los fenómenos naturales seguirán ocurriendo. Depende de nosotros el que solo sean eso, y no pasen a desarrollarse como catástrofe. Abordaré el tema de la vivienda de emergencia post catástrofe, no como vivienda transitoria, sino su desarrollo, a través del tiempo, a lo que será una futura vivienda permanente. Viviendamque lo más probable, afrontará un futuro fenómeno natural.
Se evaluará, la respuesta otorgada actualmente por nuestro país para dar refugio “temporal y
transitorio” tras el desabastecimiento habitacional ocurrido tras una catástrofe (la mediagua),
dando a conocer las distintas soluciones para su desarrollo tras la fallida transitoriedad, y concluir
directrices para el desarrollo experimentado por la conocida “VIVIENDA DE EMERGENCIA”.