Resumen:
La lectura es una modalidad comunicativa de segundo orden, toda vez que el niño debe aprender a establecer las correspondencias entre las palabras escritas y las palabras habladas, a fin de determinar el significado que se transmite (Garton y Pratt, 1991). Para ello, es preciso el dominio del lenguaje hablado, que permita a su vez el desarrollo de la habilidad de centrar la atención sobre el lenguaje y reflexionar sobre su naturaleza, estructura y funciones.
Esta habilidad, llamada conciencia metalingüística, juega un rol importante en el desarrollo de la lectura y en la dificultad de aprendizaje de la lectura o dislexia. Este trastorno ha sido caracterizado como un desorden neuropsicológico que está circunscrito a una dificultad específica en la lectura, que es persistente y de la cual se puede encontrar evidencia a partir de los primeros años del desarrollo (Bravo, 2002).