Abstract:
La globalización y la interdependencia han hecho posible que nuestro país implemente reformas en la Educación Superior referidas tanto a los alumnos como a los docentes, generando cambios en sintonía con la renovación que está experimentando la formación postsecundaria en el mundo entero, y que implica el abandono de currículums rígidos de las carreras profesionales por una formación más flexible centrada en el estudiante.
Con respecto a los jóvenes que llegan a la Universidad, esta población ha variado, desde los 220.000 jóvenes cursando estudios universitarios en el año 1990 a más de medio millón en el 2003, cifra que según las proyecciones de organismos internacionales, llegará a unos dos millones de estudiantes universitarios, en el año 2012, con crecientes requerimientos de recursos.
La educación universitaria en la actualidad, así como el aprendizaje que desarrollan los alumnos en nuestras aulas, debiera tender a formar estudiantes que sean capaces de buscar y procesar activamente la información, convirtiéndose en protagonistas de su propio aprendizaje, utilizando recursos cognitivos que influyan en la fuerza y persistencia de las conductas dirigidas al logro de competencias.
