Resumen:
El paso de la niñez a la adolescencia es una de las transiciones evolutivas más trascendentales del ciclo vital. Los cambios evolutivos (cambios físicos de la pubertad, expansión del pensamiento, creciente capacidad de exploración y de autodescubrimiento, logro de la autonomía) conectan a los niños con sus si mismos adultos transformados en el plano físico, cognitivo y social. Socialmente, cada transición requiere cambios de roles, cómo los adolescentes se ven a sí mismos (autoconcepto, identidad), cómo ven el mundo (actitudes, valores) y cómo son vistos por otras personas (Martínez, 2007). La adolescencia es una etapa del ciclo vital que presenta numerosos desafíos e implica una serie de cambios en diferentes áreas. Además de los cambios físicos propios del desarrollo existen diversos cambios psicológicos dentro del individuo y también cambios en las expectativas sociales y culturales asociadas a la transición de la infancia a la adultez (Olivarí & Barra, 2005).