Resumen:
Se tiene conocimiento que, históricamente, el individuo ha consumido sustancias
psicoactivas que altera el funcionamiento del sistema nervioso central; y su consumo
depende del contexto y los fines que se quisieran lograr: mágico-religioso, médicos, modo
de evasión o simplemente placer. Sin embargo, en tiempos antiguos no se tenía total noción
(como lo es hoy en día) respecto a los daños físicos y psicológicos que éstas podrían traer
consigo.