Criterios y recomendaciones para el diseño acústico de espacios arquitectónicos destinados a la difusión de la palabra y la ejecución musical.

Abstract

El presente seminario, intenta que quien lo lea tome conciencia acerca de la relevancia de la acústica en la arquitectura, entendida esencialmente como el favorecimiento de las condiciones de escucha de las personas al interior de un recinto, en función de su propósito fundamental como espacio. De esta forma, el objetivo es también evidenciar el hecho de que las condiciones acústicas dentro de un recinto son una consecuencia directa de las decisiones tomadas, consciente o intuitivamente, por el arquitecto al momento de definir la correspondiente geometría y materialidad del espacio proyectado. En general, cuando una persona interactúa con una obra, si bien en mayor o menor grado, todos sus sentidos son partícipes de tal proceso. Ahora bien, sin duda, son la vista y la audición los sentidos que esencialmente establecen una mayor conexión entre el hombre y el espacio que lo rodea. Sin embargo, la mayoría de las veces, la arquitectura es relegada al plano estrictamente visual, pasando por alto su real incidencia sobre los demás sentidos. De este modo, el sonido en la arquitectura es entendido de una forma bastante precaria, tan sólo como un factor técnico orientado a la supresión de eventuales ruidos indeseados. Muy por el contrario, su importancia es en efecto considerablemente mayor, sobre todo al interior de espacios en los cuales el acto de escuchar forma parte de su propósito fundamental. Particularmente, al interior de espacios destinados a la difusión de la palabra y la ejecución musical, las condiciones acústicas en su interior cobran una importancia trascendental, puesto que éstas se encuentran íntimamente ligadas a su propósito final como recinto. Por lo tanto, la no satisfacción de dichas condiciones atenta directamente en contra de lo que en esencia es su finalidad fundamental, haciendo que la existencia misma del espacio proyectado carezca de sentido al no cumplir de manera cabal con su propósito elemental.