Resumen:
Construir con tierra, es replantear a la vez global y localmente el empleo de los recursos de nuestro planeta asociando tierra, agua y sol en un verdadero desafió técnico, cultural, social, económico y medioambiental. Construir con tierra, es defender el derecho a poner en obra un material de construcción natural y ecológico, abundante, fácilmente disponible y
accesible a la mayoría, con el fin de permitir a los más desfavorecidos de construir su hábitat “con lo que tienen debajo de sus pies”. Construir con tierra, es promover los recursos locales, a la vez humanos y naturales, mejorar las
condiciones de vida, valorar la diversidad cultural y mantener los sistemas de ayuda mutua para la construcción y el mantenimiento de lo construido. Construir con tierra, es emplear un concreto natural que ofrece una verdadera alternativa ecológica y económica frente a los materiales y a los procesos de producción nocivos para el entorno. Construir con tierra, es revalorar, adaptar y transformar más de 11.000 años de conocimientos y de saber hacer, y asociar un material secular a una arquitectura innovadora. Construir con tierra, es reconocer el valor cultural del hábitat vernácula, oponerse a las destrucciones, incitar a la rehabilitación y la puesta en seguridad de un edificio respetando el
material y la expresión arquitectónica. Construir con tierra, es seguir el desarrollo del arte de construir y su puesta en forma compleja en un conjunto, uniendo arquitectura, estética y decoración. Construir con tierra, es desarrollar la innovación para optimizar el material, simplificar sus puestas en obra y producir nuevas arquitecturas. En términos estadísticos, se puede decir que el sector de la Construcción es responsable del 50% de los recursos naturales empleados, del 40% de la energía consumida (incluyendo la energía en uso) y del 50% del total de los
residuos generados