Resumen:
La región del Bio-Bío durante la segunda mitad del
siglo XIX vivenció un importante desarrollo industrial en el
área minera, metalúrgica y textil. En Chile, los inicios de la industria textil se remontan
a fines del siglo XVIII, existían a la fecha pequeñas fábricas
textiles, en las cuales la mano de obra estaba conformada
solamente por mujeres .
Con el cambio de siglo, se fomentó el desarrollo de
este rubro, estableciendo leyes que incentivaban a
extranjeros a establecerse con sus industrias en el país,
dotando de terrenos, pero exigiendo que la mano de obra
fuese chilena. Otra ley creada en 1832 concedía libertades
en cuanto al pago de derechos de importación e impuestos.
Una serie de incentivos tributarios y créditos, sumado a las
leyes anteriormente mencionadas y la llegada de
empresarios extranjeros, provocaron una expansión de la
industria textil chilena.
En 1878, existían en el país ocho fábricas textiles, con
un personal establecido. Dentro de ellas, podemos nombrar a
la “Fábrica de Paños Bellavista” en Tomé, la Fábrica de
Paños “El Salto” en Conchalí, la “Fábrica de Tejidos de
Algodón” en Valparaíso, entre otras.