Resumen:
Pocas veces la arquitectura, en cuanto recrear y construir un mundo, es tan elocuente. Para un niño, la escuela es la primera visión de lo que es la sociedad más allá de las puertas de su casa; como tal, se convierte en modelo inaugural de las relaciones extra familiares. Como lo entendía Sánchez Ferlosio, es la entrada del ciudadano en el ámbito de lo público (y de lo impersonal), enfrentándolo sistemáticamente a los otros en una
marcadora primera experiencia de urbanidad. ¿Qué pasa hoy con los espacios para la educación, como
formadores de sociabilidad?
Para entender los espacios educacionales, es necesario recorrer la evolución de la arquitectura educacional
nacional, en la organización volumétrica, contexto urbano y social de los establecimientos educacionales en nuestro país. Dentro de la evolución tipológica, en cuanto a organización volumétrica se refiere, se distinguen cuatro etapas de profunda influencia en el desarrollo de las escuelas y liceos de nuestro país