Resumen:
Hoy, la arquitectura es presa del mundo de la imagen. La sensibilidad
espacial al diseñar se ha perdido o se ve muy disminuida, priorizando
aspectos formales visuales antes que espaciales. Es cierto que la vista
es el sentido preponderante, pero no es el único. Asimismo, la
arquitectura no ha considerado en su total magnitud la percepción
sensorial del espacio de una persona limitada visual como un
aporte al diseño en general. Ello ha impedido o dificultado la generación
de nuevo conocimiento en el área, mermando las posibilidades de
una arquitectura integral y empática.
La presente investigación se enmarca en un estudio cuya finalidad
es entender cómo las personas limitadas visuales perciben, se
orientan, se desplazan y entienden el espacio arquitectónico desde
su propia sensorialidad, y de esta manera generar un conocimiento
que permita definir si la sensibilidad que poseen para percibir el
espacio - al estar privados de la visión - es un aporte válido como
para integrar su “habilidad” a la investigación y al propio diseño
global de la arquitectura, logrando enriquecer y fortalecer la
concepción de espacio que hoy se ve totalmente cargada de
informaciones visuales muchas veces no acertadas.