Resumen:
La arquitectura comercial constituye una técnica fundamental para rentabilizar y gestionar al máximo el punto de venta, transformándose en protagonista clave de la transmisión de fines lucrativos, o sea, las actividades que buscan obtener algún beneficio. Como gestora del espacio comercial e influyente en el ambiente interno del establecimiento, se puede afirmar que establece roles básicos: refuerza el posicionamiento de la empresa en su entorno; provoca el interés, fomentando la accesibilidad y direccionando al cliente hacia un compromiso de compra y favorece el acto de compra acogiendo al
cliente. El interés por el estudio de casos de locales comerciales, específicamente Tiendas de moda, va ligado al concepto de arquitectura como herramienta de venta. Ya que los escenarios de las casas de moda, dejaron de ser únicamente las pasarelas. Hoy también muestran sus creaciones en sus propios espacios diseñados por arquitectos, que se atreven a innovar con los materiales y despliegan un trabajo de ambientación espacial que posee un concepto teatral de fondo. Así, las prendas adquieren una
connotación que no tienen por sí solas: evocar a los clientes un estilo de vida y una particular forma
de concebir la estética.