Abstract:
El contexto tectónico a lo largo de Chile se caracteriza por favorecer una intensa actividad sísmica. Esta se presenta en
torno a distintas fuentes sísmicas, dentro de las que se cuentan las fallas corticales. En este sentido, las fallas corticales
de antearco interior, ubicadas en la transición Valle Central - Cordillera de los Andes, se encuentran muy poco
estudiadas, a pesar de su cercanía a centros poblados. El presente estudio apunta a contribuir a la comprensión de la
paleosismología de la Falla Mesamávida, ubicada en el antearco interior a los 36°S. Allí, esta falla genera un escarpe
al que se asocia una separación vertical de 1 a 7 m en depósitos fluvio-aluviales cuaternarios; este escarpe se extiende
por al menos 8 km, según un rumbo NNE.
A partir de la caracterización de una trinchera paleosismológica nombrada como Trinchera Cerda, que involucró mapeo
de las unidades estratigráficas, identificación y medición de clastos fracturados, y medición de la inclinación del eje
mayor de los clastos del depósito, se definieron 2 fallas responsables de la construcción del escarpe en dicho sitio, las
que presentan dislocación de unidades estratigráficas y desplazamiento aparente en el manteo de 1,15 y 0,25 m,
formación de bandas de clastos alineados y rotados >35°, y fracturas en orientación subparalela a las fallas y traza del
escarpe, sumado al reconocimiento de una cuña coluvial. Esta evidencia confirma un origen sismogénico para el
escarpe estudiado; en base a las separaciones observadas en la trinchera, se sugiere 1 o 2 eventos con magnitudes M
6,6-6,7 y una extensión posible de hasta 30 km de la falla. Además, mediante el método de datación morfológica para
escenarios de 1, 2 y 3 eventos en un mismo sitio de ruptura, se reconoció una tendencia bimodal en la distribución de
edades morfológicas a lo largo del escarpe, con valores kt de 32,3 a 35,8 m² ± 13,5 y de 69,5 ± 24,3 m², lo que entrega
indicios de que este puede ser producto de dos contribuciones de actividad sísmica. Se discute también la asignación
de un valor de k adecuado para este tipo de dataciones, de acuerdo a las condiciones climáticas y características del
escarpe. Estos valores, permiten obtener edades numéricas de 2,9 a 3,2 ± 1,2 ka y 6,3 ± 2,3 ka.
Mediante este estudio, se confirma que la Falla Mesamávida, correspondiente a la expresión local superficial del
Cabalgamiento Andino Occidental a los 36°S, ha sido capaz de generar uno o dos eventos sísmicos de edad holocena,
cuya ruptura superficial se asocia con magnitudes 6,1-6,7, y una extensión continua por al menos 8 km, pudiendo llegar
hasta 30 km, con magnitud 6,8 a 7. Las paleomagnitudes indicadas representan un peligro sísmico importante, dadas
las características del terreno de fundación de infraestructura industrial y rural presente en el bloque colgante. Para
mejorar esta perspectiva, se sugiere el uso de otros métodos de datación geocronológica cuaternaria, en conjunto con
métodos geofísicos que puedan abarcar decenas de metros en el bloque colgante.