Resumen:
Cuando se habla de pobreza hay que tener presente que es un fenómeno complejo
que admite más de una definición y un tipo de medición (Ministerio Desarrollo Social, 2011).
Estas diferentes concepciones y mediciones han determinado las diferentes forma de actuar de los distintos gobiernos chilenos para hacer frente a la pobreza, el Programa
Familias del Subsistema Seguridades y Oportunidades, es una de ellas y corresponde a
una política social creada para abordar la pobreza en el país, donde uno de sus
componentes claves para esto, es el acompañamiento psicosocial, el cual es realizado por
un profesional denominado Apoyo Familiar y consiste en entregar una consejería por un
tiempo determinado, orientando la formulación de metas que permitan modificar prácticas
con el objetivo de mejorar la seguridad y el bienestar de las personas en situación de
pobreza (Jara & Sorio, 2013). Lo que este Apoyo Familiar, eje central de la política,
entienda y comprenda de la pobreza, así como también lo que piense de las personas en
situación de pobreza de una y otra manera estarían definiendo el tipo acompañamiento o
intervención adoptada con las familias, lo anterior se enmarca en la teoría de las
representaciones sociales, la cual plantea que las nociones , creencias o actitudes que
presenten las personas definen situaciones y con ello sus planes de acción, que este caso
sería la intervención (Jodelet, 1984, citado en Materán, 2008). La presente investigación
pretende conocer las representaciones sociales de pobreza de los apoyos familiares y su
posible relación con la intervención adoptada por éstos, mediante un enfoque cuantitativo,
complementando con aspectos cualitativos. Dentro de los principales hallazgos
encontrados se puede señalar que prevalecen las representaciones sociales de pobreza
asociadas a una visión de pobreza absoluta, vinculada a la carencia. Se identifica que los
profesionales consideran que las personas en situación de pobreza presentan
características de cierta manera negativas e inherentes a ellas, sin embargo, se evidencia
también representaciones sociales consideradas positivas por parte de los profesionales
hacia las familias con las que trabajan y éstas estarían influyendo en el tipo de intervención
adoptada por éstos. Se detecta la existencia de vacíos en los conocimientos teóricos de los
apoyos que repercuten en la práctica, por otro lado, se observa que los apoyos familiares
presentan dificultades en la implementación del programa que no les permitiría llevar a cabo
una intervención como espera el programa y que son necesarias de cambiar.