Convulsiones en perros y gatos: fisiopatología y fármacos anticonvulsionantes inyectables.

Abstract

Existe un equilibrio entre lo que son los estados de excitabilidad del Sistema Nervioso Central (SNC), y los estados o procesos de inhibición. Todo proceso patológico que incline la balanza a un predominio de la excitabilidad del SNC se clasificará como un estímulo proconvulsivante. Este desequilibrio puede ser causado por una gran cantidad de patologías que se deben tratar de identificar. En situaciones de urgencia, lo esencial es iniciar el tratamiento anticonvulsivo, el que en la gran mayoría de las veces se inicia con Diazepam (0.5-2 mg/kg) generalmente usado como primera opción para iniciar el tratamiento. Si no se obtienen respuestas óptimas se continúa con el uso de Fenobarbital (1-5 mg/kg), luego Tiopental (2-25 mg/kg) o Propofol (1-6 mg/kg), hasta encontrar la respuesta deseada. Generalmente, el médico veterinario no cuenta con todos estos fármacos, ya sea, por costos o porque algún fármaco se encuentra con restricción para uso de médicos veterinarios (como es el caso del Fenobarbital en Chile), en estas situaciones se debe conocer con precisión la acción, dosis de los anticonvulsivantes, y efectos para poder iniciar un protocolo con los fármacos que tenga en el momento de la urgencia.