Estudio de la variabilidad de captura por unidad de esfuerzo del recurso Jasus frontalis (H.Millne Edwards, 1837) en el archipiélago de Juan Fernández.

Abstract

El estudio de los factores que afectan el tamaño y la distribución de una población, así como su dinámica, son de gran interés en ecología. La caracterización de su dinámica implica estudiar procesos demográficos como natalidad, mortalidad y crecimiento entre otros, y para ello, se requiere generalmente de una serie de tiempo de algún índice de abundancia. El conocimiento del manejo pesquero está basado, generalmente, en los resultados de la aplicación de algunas técnicas de evaluación de stock. Estas incluyen, generalmente, estimación de parámetros de modelos de dinámica poblacional, que al ser parametrizados, permiten la estimación de variables, estado de interés, como por ejemplo, la abundancia y productividad de un recurso (Maunder & Punt, 2004). Los índices de abundancia relativa pueden ser usados directamente en el manejo de pesquerías o para calibrar modelos de evaluación de stock, con el fin de realizar diagnósticos del estado de un recurso y estimar parámetros de manejo (Hernandez & Perrotta, 2006). En pesquerías desarrolladas a pequeña escala, la estimación de este tipo de variables es particularmente complicada, ya que la unidad de stock es pequeña, la población se distribuye heterogéneamente y las especies objetivo suelen ser parcial o totalmente sedentarias (Berkes et al., 2001; Orensanz et al., 2005; Amanda et al., 2007). Es así, como la estimación de la abundancia en este tipo de pesquerías, requiere de métodos de evaluación distintos a los clásicos de pesquerías industriales, debido a la compleja dinámica espacial de los recursos y de sus pesquerías (Castilla & Defeo, 2001). Debido a la dificultad, bajos presupuestos, altos costos de operación y un esfuerzo por mantener los monitoreos a la escala de la pesquería, la observación de las poblaciones del recurso objetivo, debe realizarse, utilizando las mismas flotas de pesca. La captura por unidad de esfuerzo (CPUE) puede ser un índice adecuado para evaluar los cambios en abundancia que experimenta una población (Bataille & Quinn, 2004), y además, constituye un buen indicador de la abundancia relativa bajo ciertos supuestos (Gulland, 1964; Large, 1992; Ruarte & Perrotta, 2007). Sin embargo, índices de abundancia, basados en captura por unidad de esfuerzo, pueden ser difíciles de interpretar para ciertas especies, especialmente, cuando cambian las variables de medición como la composición de la flota, la eficiencia de las redes y la distribución geográfica y temporal del esfuerzo (Hilborn & Walters, 1992; Ortiz & Arocha, 2004). Es así, como los índices de abundancia, basados en este tipo de indicador pesquero, pueden ser mejorados mediante una estandarización (Maunder & Punt, 2004; Ortiz & Arocha, 2004), con el objeto de remover el impacto de factores externos. Diversos autores reconocen la necesidad de estandarizar los índices derivados de la captura, y la opción utilizada con más frecuencia, es mediante la implementación de modelos lineales generalizados (Punt et al., 2000), dado que ellos permiten integrar en forma simple los diferentes factores e interacciones que influyen sobre la variación de la captura por unidad de esfuerzo (Hernandez & Perrotta, 2006) Entre los factores que afectan la captura por unidad de esfuerzo, se encuentra la eficiencia del arte de pesca, que puede aumentar debido a innovaciones en tecnologías de desarrollo y mejorar las habilidades de la tripulación (Marchal et al., 2002; fide Quirijns et al., 2007). Por consiguiente, y en la eventualidad de un aumento en la eficiencia la medida del esfuerzo, no será comparable con la de años anteriores, a menos que se estandarice. Otro factor que puede afectar la captura por unidad de esfuerzo es la distribución espacial del recurso, especialmente en situaciones donde la especie se distribuye heterogéneamente (en parches). El esfuerzo de pesca es ejercido en forma secuencial sobre áreas de buen rendimiento, causando una híper estabilidad de la tasa de captura (Harley et al., 2001) y, generando un estadístico de difícil interpretación. Las condiciones ambientales también pueden influir sobre la capturabilidad de las especies, ya que ocasionan cambios conductuales, evidenciados en el grado de actividad y concentración de la especie o en un cambio en la probabilidad de escape (Horwood and Millner, 1998). Jasus frontalis (Milne-Edwards, 1937), especie conocida como langosta de Juan Fernández, corresponde al recurso bentónico más importante del archipiélago de Juan Fernández (Arana, 1974; Arana & Toro, 1985; Arana & Olate, 2000). La pesquería de la langosta constituye la fuente de ingreso principal de la comunidad de pescadores que habita permanentemente en la isla Robinson Crusoe y temporalmente en la isla Alejandro Selkirk (Ernst et al., 2010a). Los datos, sobre los cuales se estiman los parámetros pesqueros del recurso, son obtenidos a bordo de embarcaciones semejantes a botes balleneros de doble proa, clasificados como “chalupas de alta mar” y con trampas rectangulares, fabricadas a partir de maderas nativas e introducidas, compuestas de dos cámaras, cada una de ellas con entradas cónicas hacia el interior denominada “buche” (Arana & Vega, 2000). Al observar las trampas, luego de que han sido dispuestas en el mar por algún tiempo, aparecen ejemplares comerciales o legales y ejemplares no comerciales o sublegales, los cuales corresponden a individuos menores a 115 mm de longitud (medida desde la base de las antenas hasta el borde posterior del cefalotórax), o hembras portadoras de huevos (Arana, 1987). La prohibición de la extracción de ejemplares inferiores a la talla señalada y de hembras portadoras de huevos, constituye un tipo de regulación que es implementada también para la mayoría de las especies del género Jasus en el mundo (Phillips, 2006). A nivel mundial y para el género Jasus destacan grandes pesquerías en el hemisferio sur, así como J. lalandii en Sudáfrica y Namibia y J. edwardsii en Australia y Nueva Zelanda (Phillips, 2006). La pesquería de la langosta de Juan Fernández, J. frontalis, debe ser considerada de pequeña escala, por sus volúmenes de extracción y las características de flota que sobre ella opera.