Perdurar, Habilitar, Florecer la necesidad de una apertura espiritual en el Ser Humano.

Abstract

El problema que motiva esta investigación es la situación crítica en que nos encontramos como seres humanos. En efecto, el modo en que el hombre habita la tierra ha llegado a un punto crítico en que puede preverse que, a no ser que se realicen cambios para evitarlo, él mismo contribuya a su extinción. La posibilidad de anticipar este hecho, obliga reflexionar éticamente (con una previa fundamentación de dicha obligatoriedad) sobre cómo efectuar estos cambios, que asumimos sólo pueden realizarse indagando en las causas primeras de esta crisis. Nuestra tesis es que causa fundamental de tales circunstancias son las disposiciones psicológicas y morales del individuo, y que por ende, en ese ámbito han de promoverse las transformaciones. Naturalmente, emerge la pregunta: ¿Qué cambios deben ser efectuados en el individuo? Dado que la conducta humana muestra ser a menudo irreflexiva, ingobernada, negligente e irresponsable (un examen detenido de comportamientos psicológicos tales como la conformidad, la obediencia, la fuerza de la situación y el manejo de las impresiones en el contexto de la integración institucional buscan probar este punto), se hace claro que lo necesario es, en primer lugar, fortalecer la autonomía del sujeto, ya que sólo si sus acciones y elecciones son realizadas desde un compromiso libre y racional con principios universales, será posible consolidar una sociedad verdaderamente democrática en que prevalezca la cooperación constructiva y tolerante entre todas las partes. Pero en un sentido más radical, proponemos una transformación profunda del carácter mismo del individuo. Sólo desde de una reorientación en sus prioridades, y ante todo, de una ampliación en su forma de relacionarse con el mundo y consigo, puede lograr el individuo una perspectiva auténtica, armónica, empática y compasiva.