Resumen:
Para entender algunos procesos químicos, físicos y biológicos que ocurren dentro de un fiordo es necesario conocer cómo son los tiempos de renovación (Tq) y así poder determinar la capacidad que estos sistemas tienen para renovar sus aguas. Utilizando el método de “fracción de agua dulce” (Dyer, 1973) y el de “prisma de marea” (Gillibrand, 2001), se calcularon los tiempos de renovación para las capas superficial (10 m) y subsuperficial (63 m) sobre el nivel del sill, dentro del fiordo Aysén. Junto a esto, se estableció la relación de los tiempos de renovación con la variación estacional e interanual del caudal de los principales ríos afluentes del fiordo, Aysén y Lagunillas. Además, con los datos de temperatura y salinidad provenientes de los cruceros CIMAR-Fiordos se caracterizó hidrográficamente el fiordo.
Los modelos evidenciaron menores tiempos de renovación en la estación primaveral, una menor variabilidad estacional e interanual de los Tq en la capa superficial en relación con la capa subsuperficial. Se estableció una relación inversa entre el aumento de caudal y los tiempos de renovación, cuando el caudal fue máximo (537-945 m3s-1) los tiempos de renovación en la capa superficial de 10 m fueron menores, variando entre 6 a 8 días en la capa subsuperficial de 63 m sobre el sill, los Tq variaron entre 27 a 38 días. Cuando el caudal fue mínimo (265-296 m3s-1) los Tq fueron mayores, variando entre 14 a 23 días para la capa superficial de 10 m. Para la capa subsuperficial de 63 m los Tq variaron entre 56 a 85 días. La descripción hidrográfica del fiordo Aysén concordó con lo descrito por Silva (2006), mostrando una estructura de dos capas, una superficial (<30 m) de baja salinidad y alta variabilidad termal y una capa profunda (>100 m), de características termales estables y salinidades aproximadamente homogéneas.