Abstract:
Los líquidos iónicos definidos en rigor como fluidos compuestos enteramente por iones, cuyo punto de fusión es igual o inferior a 100ºC, se han convertido en un paradigma en el campo de los fluidos neotéricos. Desde las observaciones de Paul Walden en 1914 acerca del punto de fusión del nitrato de metilamonio aparecieron los indicios de una nueva clase de sustancias con características únicas. Dichos descubrimientos y observaciones permanecieron en latencia por lo menos hasta después de la primera guerra mundial donde la fuerza aérea norteamericana y grupos como los del pionero en líquidos iónicos Dr. John Wilkes retomaron el campo de dichos líquidos llamados en un principio “molten salts” sales fundidas, o sales cuaternarias licuadas de amonio. Estas sales presentaban una alta estabilidad térmica y una amplia ventana electroquímica, lo cual motivó investigaciones iniciales relacionadas con la generación de baterías y capacitores electroquímicos.