Resumen:
En la península Antártica, los ecosistemas terrestres están sustentados
principalmente por la amplia presencia de briófitas, líquenes, y dos plantas
vasculares. Destacan aquí los musgos, debido a su capacidad de crecer en
extensas comunidades de hasta varios metros cuadrados. Estas plantas se
ubican comúnmente en zonas libres de hielo y al alcance de la influencia animal.
En este sentido, las pingüineras, que congregan fácilmente miles de pingüinos al
año, bombean grandes cantidades de nutrientes en el ecosistema terrestre. El
objetivo de este trabajo fue determinar el efecto de este gran bombeo de
nutrientes, y el alcance que estos poseen a través de análisis isotópicos de δ15N
y contenido foliar de N. Además, se evaluó la relación especie específica entre el
contenido de C foliar y el contenido de C en el sustrato del musgo, con el fin de
determinar posibles diferencias en el rol que cumplen las especies en el ciclaje
de nutrientes. Los resultados obtenidos muestran una alta influencia de la
pingüinera sobre el contenido de N tanto en suelos como en musgos en los sitios
colindantes, con un impacto que disminuye conforme aumenta la distancia. Aun
así, dicho alcance no pudo ser determinado, y se sugiere que en zonas interiores
de las islas, el aporte de N necesario para la supervivencia de los musgos
depende de los individuos nidificantes de Skúas (Stercorarius spp.). En cuanto a
los musgos, se detectaron algunas diferencias significativas en el contenido de C
y N, así como en sus suelos asociados, aunque no existieron correlaciones
significativas entre ambos contenidos.. No fue posible determinar diferentes roles
en el ciclaje de nutrientes, aunque se sugiere que debido a la gran inequidad en
abundancia, y en las variables características biológicas, estas diferencias
podrían existir, aunque el extremadamente ralentizado proceso de
descomposición causado por las bajas temperaturas podría volverlas
despreciables.