Resumen:
Se realizó una investigación con el objetivo de generar un conjunto de indicadores de
cuarta generación para valorar las tendencias hacia la sustentabilidad, los riesgos que la
comprometen y facilitar la toma de decisiones, tomando como estudio de caso un bosque
de robledales viejos, bajo manejo silvopastoril en la comuna de Yungay, Chile. Para ello,
se diseñó una metodología basada en la participación protagónica de los actores sociales,
mediante el empleo de múltiples estrategias de la investigación social y participativa. De
la revisión sistemática de 200 Estudios de Casos, se destaca el significativo y progresivo
avance de investigaciones sobre la evaluación de la sustentabilidad, lo que representa el
interés y esfuerzo por revertir el marco discursivo de la sustentabilidad en acciones
prácticas y concretas. En la construcción de un conjunto preliminar de indicadores
potenciales, se obtuvo como resultado un total de 48 indicadores relevantes, de los 243
que fueron identificados. Del proceso de definición de indicadores, se generó un grupo
final de 25 indicadores congruentes con los objetivos de cada una de las dimensiones de
la sustentabilidad. Mientras que, en el proceso de valoración participativa del desempeño
de los indicadores propuestos en el primer ciclo de evaluación/acción/evaluación, no se
precisaron datos definitivos ni todavía concluyentes; pero el ejercicio permitió conocer
las tendencias y los puntos críticos que requieren ser mejorados de forma inmediata, ya
que ponen en alto riesgo el avance hacia el logro de la sustentabilidad del sistema; siendo
la dimensión social la que más desafíos presenta. Se afirma que la combinación de
métodos utilizados, contribuyó a la simplificación de la información, fomentar la validez
de los resultados y a mitigar el sesgo en el marco metodológico. El grupo de indicadores
generados son adecuados para la evaluación y pueden brindar información fehaciente
sobre el potencial y contribución del silvopastoreo a la sustentabilidad del bosque bajo
estudio y pueden ser aplicado en otras condiciones con características afines. El modelo
metodológico propuesto, aunque susceptible a mejoras, logró que las comunidades rurales
generaran sus propios indicadores locales en el marco de un proceso de intercambio de
saberes y permitió introducir e instruir a las comunidades sobre la valoración de la
sustentabilidad, Se confirmó que es indispensable reconocer a las comunidades y
habitantes, como agentes portadores de conocimiento y articuladores de prácticas
determinantes de la sustentabilidad del sistema y se contribuyó a que valorizaran el
potencial que tienen de tomar decisiones y de ser gestores de su propio Desarrollo
Sustentable.