Resumen:
Durante todo el siglo XX, especialmente durante la segunda mitad, se desarrolló la idea de que un cambio social podía ser controlado desde la planificación y el diseño organizativo. Esto permitió que se comenzara a hablar sobre las teorías de innovación y cambio, lo que fue trayendo como consecuencia el desarrollo de grandes reformas,
especialmente en lo que se refiere a los sistemas educativos de los países industrializados (López, 2003 citado en Carrasco & otros, 2005). La Reforma Educacional chilena se ha caracterizado por centrarse en aspectos pedagógicos de la enseñanza; sin otorgar la debida atención a las consecuencias que surgen alrededor de los procesos de enseñanza; esencialmente, con las relaciones
interpersonales que se producen entre los docentes, alumnos y directivos al interior de los establecimientos escolares. Al respecto Arón y Milicic (1999 citado en Carrasco & otros, 2005, p. 35), consideran la función de la escuela como una “agencia socializadora, además de entregar contenidos, contribuye a la formación de estilos de vida, estilos cognitivos, estilos de interacción y a la formación de la identidad personal”, por lo que ocuparse de estas temáticas, toma una real importancia.