Resumen:
La accidentabilidad, el año 2018 fue 3,1 en Chile, bajando 2,8 puntos respecto
del año 2008. Cada vez se hace más difícil reducir esta tasa, por lo que se hace
necesario revisar los actuales paradigmas de accidentabilidad que funcionan
como una forma de patrones, modelos mentales o reglas operativas. Los sujetos
de una cultura perciben, valoran, piensan, interactúan, se organizan, en
conformidad con los paradigmas culturalmente inscritos en ellos; por lo tanto,
estos últimos son uno de los organizadores de la percepción, la representación y
la interpretación de los fenómenos, tanto en los individuos como en las
comunidades, creando la ilusión de que sus interpretaciones obedecen a la
experiencia. Se planteó, determinar la relación entre paradigmas sobre
accidentabilidad y variables sociodemográficas, laborales, fatiga y estilo de vida
en una muestra de 39 trabajadores de una empresa constructora de carácter
nacional, y con un proyecto inmobiliario en la comuna de Los Ángeles, Biobío.
La variable “Número de lesiones sufridas los últimos 2 meses de trabajo” afectó
al 79,5% de ellos. Paradigmas relevantes: “Esta empresa se preocupa de la
seguridad”; “Los trabajadores quieren hacer el trabajo rápido, sin medir riesgos”;
“Es mejor no reportar un golpe para evitar ir a la Mutualidad”, entre otros. El
61,5% evidenció fatiga moderada. Estilo de vida nivel “En el camino correcto”
con 35,9%. No existieron asociaciones significativas entre paradigmas sobre
accidentabilidad con las variables sociodemográficas, fatiga y estilo de vida. El
80% de quienes aceptaron el paradigma “Es mejor no reportar un golpe para
evitar ir a la Mutualidad”, presentó fatiga física moderada. Al realizar inferencia
entre paradigmas sobre accidentabilidad y aspectos laborales, se concluye que la
aceptación por parte de los trabajadores de la variable “Es mejor no reportar un
golpe para evitar ir a la Mutualidad”, es dependiente de la variable “Número de
lesiones sufridas en los últimos dos meses de trabajo”.