Abstract:
Toda intervención humana repercute mucho más allá de lo que nos podamos imaginar, y todo lo que nos puede dar la naturaleza es extinguible; si ésta se termina desaparece todo indicio de vida incluyendo al hombre y su creación. Entonces podemos decir que vivimos dentro de un sistema dinámico donde
la necesidad hombre-naturaleza es recíproca. Nuestro hábitat está definido por su medio ambiente físico. El carácter de la geografía es lo primero que influye en el nacimiento, rol e imagen de una ciudad.
Ya dentro de ésta, consideremos que el paisaje es un elemento predominante en la personalidad e identidad de su arquitectura; y con respecto a ésta, siempre ha sido un motivo de cuestionamiento la relación que existe entre el objeto creado y el espacio físico natural que interviene. A partir de esta inquietud la arquitectura ha recorrido miles de caminos. Si observamos arquitectura y paisaje nos daremos cuenta que ambos comparten el mismo lenguaje, ya que poseen en común una característica que los hace existir y ser vivenciables, y es que ambos tienen la cualidad de manifestarse o expresarse
físicamente. La arquitectura no debe ser algo diferente de la naturaleza, porque no sólo nace como prolongación de ésta sino que ambas pueden llegar a ser un solo ser integral. EL objetivo de este trabajo es explorar el concepto de integración entre arquitectura y paisaje natural y conocer cómo conceptos extraídos del paisaje se transforman en variables y parámetros de creación arquitectónica.