Prácticas pedagógicas que favorecen la participación de estudiantes con parálisis cerebral en una escuela regular de la región del Bío-Bío.

Abstract

Un elemento importante en el proceso educativo es la participación, la cual se entiende como el grado de inclusión o restricción que el/la estudiante posee para ser parte de las actividades y oportunidades que frecuentemente están disponibles para un estudiante de su misma edad y cultura (Coster, Mancini y Ludlow, 1999). En el contexto educativo, la participación implica el ser parte de seis entornos: la sala de clases regular o especial, el patio o el recreo, transporte hacia y desde el colegio, el baño y las actividades de aseo, de desplazamiento hacia y entre clases, y almuerzo o tiempo de colación (Coster, Mancini y Ludlow, 1999). La participación en las actividades escolares es una condición esencial para que ocurra el aprendizaje. Si los estudiantes no participan activamente, no se encuentran en posición de aprovechar los beneficios educacionales y sociales que el entorno ofrece (Thomas, 1992; Wadsworth, 1989). De este modo, la participación involucra la capacidad de tomar parte activa en la elaboración y desarrollo del proceso educativo, tanto a nivel micro como macrosocial (Gallardo y Calisto, 2004).