Resumen:
El drama y la representación teatral permiten, no sólo leer algo, sino que poseen la grandiosa capacidad de mostrar algo, ya sea con el uso de palabras, o sin ellas. El teatro utiliza el lenguaje en su máxima expresión: en él cabe el uso de textos dialógico-literarios, y cuando el diálogo verbal se ausenta en la escena, vemos –ya sea como público o como lectores, mediante la descripción del texto- un lenguaje escénico, que se traza en un tiempo y espacio determinados. El lenguaje escénico del que hablamos, utiliza como medio el cuerpo del actor/personaje y, debido a su volumen, el cuerpo necesita de un espacio en el cual desenvolverse, en el cual expresar todo lo que las palabras no pueden. Es sin duda eso, su capacidad didáctica, su espectacularidad y despliegue escénico, el papel imprescindible y crítico del espectador, su versatilidad en el tiempo y/o en el espacio, su capacidad para encararnos y para asumir riesgos lo que me inclina hacia esta área.